6 DE ENERO DÍA DE REYES

 

Este artículo tiene la finalidad de ayudarnos a comprender mejor esta celebración tan popular hoy día. Los reyes magos Melchor, Gaspar y Baltasar como mucha gente los conoce en realidad no existieron como tal, ya que en las escrituras griegas cristianas o el nuevo testamento, no se mencionan jamás estos nombres,

(Mateo 2:1-12) Después que Jesús hubo nacido en Belén de Judea en los días de Herodes el rey, ¡mire!, astrólogos de las partes orientales vinieron a Jerusalén,…

La fiesta de la Epifanía es de origen Oriental y surgió en forma similar a la Navidad de Occidente. Los paganos celebraban en Oriente, sobre todo en Egipto, la fiesta del solsticio invernal el 25 de diciembre y el 6 de enero el aumento de la luz. En esta tradición pagana al igual quela navidad se le incorporo al cristianismo, con el objetivo supuestamente de evangelizar.

Los Reyes Magos (también conocidos como los Reyes Magos de Oriente) es el nombre por el que la tradición católica denomina a los visitantes (tres según la consideración más extendida) que, tras el nacimiento de Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

Estos "magos", según la creencia Católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos y por eso ve en el Evangelio, las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.[1]

En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. Pero en otros países se le llama "Pesebre" a toda esta representación.

La palabra epifanía es de origen griego y quiere decir manifestación, revelación o aparición. Cuando la fiesta oriental llegó a Occidente, por celebrarse ya la fiesta de Navidad, se le dio un significado diferente del original: se solemnizó la revelación de Jesús al mundo pagano, significada en la adoración de los "magos de oriente" .

La palabra “Mago”, proviene del elamita (Ma-ku-ish-ti) que pasando por el persa (Ma-gu-u-sha) y por el acadio(Ma-gu-shu)[2] llegó al griego como Μαγός (Magós, plural: μαγοι, magï) y de ahí al latín Magi (Cf. Magíster) de donde llegó al español. Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época aqueménide y durante todo el reinado de Darío el Medo

La figura católica de los Reyes Magos queriendo justificar su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos

(aunque no especifica el número ni el título de "Reyes" Mateo 2:1-12) Después que Jesús hubo nacido en Belén de Judea en los días de Herodes el rey, ¡mire!, astrólogos de las partes orientales vinieron a Jerusalén,…

En el mundo hispano, los Reyes Magos cumplen la misma función que Santa Claus. Claro, como en otros países, muchos padres esconden los juguetes en casa a fin de que los niños, cuando vayan a buscarlos la mañana del 6 de enero, crean que los han traído los Reyes. Para la industria juguetera es una ocasión de oro, que ha permitido a algunos amasar fortunas aprovechándose de lo que, como reconoce mucha gente sincera, es pura fantasía. El cuento de los Reyes Magos va perdiendo credibilidad entre gran número de personas, sin excluir a la infancia. Aunque algunos lamenten que este haya perdido aceptación, ¿qué cabe esperar de una ilusión mantenida tan solo por tradición y por conveniencia mercantil?

Los primeros seguidores de Jesucristo no festejaban la Navidad. Así lo indica una enciclopedia: “La celebración no se llevó a cabo durante los primeros siglos de la Iglesia, pues la costumbre habitual de los cristianos era conmemorar la muerte de los personajes destacados, en vez de su natalicio”. La Biblia vincula los cumpleaños a hombres paganos, y no a los verdaderos siervos de Dios (Mateo 14:6-10).

Esto no quiere decir, claro está, que sea inútil aprender y recordar los auténticos sucesos relacionados con el nacimiento del Hijo de Dios. Los relatos bíblicos se atienen a la realidad histórica y nos brindan detalles y lecciones importantes si deseamos hacer la voluntad divina.

 


¿Pero quiénes fueron los “Tres Reyes Magos”?

En las escenas de la Natividad por lo general se representa a tres hombres vestidos de largos ropajes y montados en camellos, que llegan a un establo donde encuentran al niño Jesús acostado en un pesebre. A dichos visitantes espléndidamente ataviados se les conoce popularmente como los Tres Reyes Magos. ¿Qué dice la Biblia sobre ellos?

Según las Escrituras, los denominados reyes magos provenían de “las partes orientales”, y fue allí donde se enteraron del nacimiento de Jesús (Mateo 2:1, 2, 9). Debió de tomarles mucho tiempo llegar a Judea. Cuando finalmente encontraron a Jesús, ya no era un bebé que acabara de nacer en un establo. En realidad, hallaron a María y al “niñito” viviendo en una casa (Mateo 2:11).

La Biblia llama a estos hombres magos, o “astrólogos”, y no indica cuántos eran. La obra The Oxford Companion to the Bible (Guía Oxford de la Biblia) explica: “La relación entre la magia y la astrología se refleja en la fascinación que sentían los visitantes por la estrella que los condujo hasta Belén”. Las Escrituras condenan claramente cualquier tipo de magia, así como la práctica babilónica de intentar obtener información de las estrellas (Deuteronomio 18:10-12; Isaías 47:13).

La revelación que recibieron aquellos hombres no tuvo buenas consecuencias. Despertó la cólera celosa del malvado rey Herodes, lo que, a su vez, provocó la huida de José, María y Jesús a Egipto y resultó en el asesinato de todos los niños varones de Belén “de dos años de edad para abajo”. Herodes había averiguado cuidadosamente el momento del nacimiento de Jesús por medio de los astrólogos (Mateo 2:16).

En vista de todas las desgracias que acarreó la visita de aquellos hombres, es razonable llegar a la conclusión de que tanto la estrella que vieron como el mensaje sobre “el que nació rey de los judíos” procedían del enemigo de Dios, Satanás el Diablo, que deseaba eliminar a Jesús (Mateo 2:1, 2).

 

 Teniendo en cuenta lo anterior, ¿deben seguir los cristianos las tradiciones como esta? ¿Le agrada a Dios que se fusione su adoración con las creencias y prácticas religiosas de quienes no lo adoran a él? El apóstol Pablo advierte en Colosenses 2:8: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo”.

El mismo apóstol también escribió: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial [Satanás]? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?” (2 Corintios 6:14, 15, ).

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